TRADUCIDA Y EDITADA DE MANUSCRITOS
DEL MUSEO BRITANICO POR
S. LIDELL MACGREGOR MATHERS
Y ahora por Primera Vez en
Formato HTML
En la lengua Castellana
Gracias a
Frater Alastor
4 de Julio del 2003
PREFACIO
AL PRESENTAR esta célebre obra mágica al estudiante de la ciencia oculta, son necesarias algunas notas a modo de prefacio.
La Clave del Rey Salomón, salvo por algunas copias incompletas y mutiladas publicadas en Francia en el siglo XVII, nunca ha sido publicada, sino que ha permanecido por siglos en manuscritos inaccesibles salvo para pocos investigadores afortunados, para quienes se abrieron los nichos más recónditos de las bibliotecas. Por esto me considero altamente honrado al ser el individuo que tuvo la fortuna de presentarla a la luz del día.
Fuente primordial y reservorio de la Magia Cabalística, y origen de mucha de la magia ceremonial de los tiempos medievales, la Clave ha sido siempre estimada por escritores ocultistas como una óbra de la más alta autoridad; y es de señalarse que en nuestros días Eliphas Lévi la ha tomado como el modelo en ~el cual basó su Dogma y ritual de la alta magia. Debe ser evidente para el lector iniciado de. Lévi, que la Clave de Salomón fue su libro de estudio, y al final de este libro, doy un fragmento de un manuscrito hebreo antiguo de la Clave de Salomón traducido y publicado en la Filosofía oculta, así como una invocación llamada La invocación cabalística de Salomón, que tiene una analogía muy
cercana con una que aparece en el Primer Libro, la cual fue construida en la misma manera, sobre el esquema del Sefiroth.
La historia del original hebreo de la Clave de Salomón se da en las introducciones, pero hay mucha razón para suponer que está enteramente perdida, y Christian, el discípulo de Lévi, dice lo mismo en su Historia de la Magia.
No encuentro razón para dudar de la tradición que asigna la paternidad de la Clave al Rey Salomón, ya que entre otros, Josefo, el historiador judío, menciona especialmente las obras mágicas atribuidas a ese monarca. Esto está confirmado por muchas tradiciones orientales, y su excelencia mágica es mencionada frecuentemente en Las mil y una noches.
Hay, sin embargo, dos obras sobre Magia Negra, el Grimorium Verum y la Clavicola di Salomone ridolta, que han sido atribuidas a Salomón, y que han sido en algunos casos mezcladas especialmente con la presente obra, pero que en realidad no tienen nada que hacer junto a ella; estas obras están llenas de magia diabólica, y yo no podría prevenir lo suficiente al estudiante contra ellas.
Hay también otra obra llamada Lemegeton o La Clave Menor del Rey Salomón,* que está llena de sellos de varios espíritus, y no es la misma que el libro presente. Sin embargo, es extremadamente valiosa en su propia especialidad.
Al editar este volumen he omitido uno o dos experimentos que caen evidentemente dentro del terreno de la magia negra, y que obviamente han derivado de las dos obras góécicas mencionadas arriba.
Debo además prevenir al practicante contra el uso de la sangre; la oración, el pantáculo y los perfumes, usados correctamente, son suficientes, mas la primera se acerca peligrosamente al sendero del mal. Aquel que, a pesar de las advertencias de este volumen, determine trabajar con el mal, esté seguro que éste se le revertirá y que será golpeado por la corriente regresiva.
Esta edición se ha preparado a partir de diversos manuscritos antiguos que se encuentran en el Museo Británico, los cuales difieren todos entre sí en diferentes puntos: algunos dan lo que otros omiten, pero lamentablemente todos concuerdan en un punto: la execrable mutilación de las palabras hebreas por la ignorancia de quienes las transcribieron. Mas es en los pantáculos donde el hebreo es peor; las letras están tan vilmente garabateadas que son prácticamente indescifrables en la actualidad en algunas partes, y ha sido parte de mi trabajo durante varios años el corregirlas y restituirlas al hebreo correcto junto con los caracteres mágicos en los pantáculos.
El estudiante, por lo tanto, puede confiar en que en la presente reproducción están lo más correctamente que ha sido posible. Así, he corregido, donde he podido, el hebreo de los nombres mágicos en los conjuros y los pantáculos, y donde no ha sido posible hacerlo, los he puesto en la forma más usual, comparando cuidadosamente un manuscrito con otro. Los capítulos están clasificados un poco diferente en varios manuscritos, en algunos casos el material contenido en ellos está traspuesto, etc...
Donde ha sido necesario he añadido notas. Los manuscritos a partir de los cuales se ha editado esta obra son: Add. 10862; Sloane 1307 y 3091; Harleian 3981; King 288 y Lansdowne 1202 y 1203, según su clasificación en el Museo. Británico; siete códices en total.
De todos éstos, el manuscrito Add. 10 862 es el más antiguo; data de cerca de fines del siglo XVI; el Harleian es probablemente de mediados del siglo XVII; los demás son bastante posteriores.
El manuscrito Add. 10 862 está escrito en latín abreviado, y es difícil de leer, pero contiene capítulos que faltan en los demás, así como una importante introducción. Su lenguaje es más conciso. Su título es cortó, simplemente: La Clave de Salomón, traducida de la lengua hebrea al latín. Una copia exacta de la firma del autor del manuscrito se da en la figura 93. Los pantáculos están muy mal dibujados. Los manuscritos Harleian 3981, King 288 y Sloane 3091, son similares y contienen el mismo material y casi las mismas palabras; pero el último tiene muchos errores de transcripción.
Todos están en francés. Los conjuros y las palabras con que están escritos están más completas que las de los manuscritos Add. 10862 y Lansdowne 1202. El título es La Clave de Salomón, rey de los hebreos, traducida de la lengua hebrea a la italiana por Abraham Colorno, por orden de su SerenLfima Majestad de Mantua, y recientemente puesta en francés. Los pantáculos están mucho mejor dibujados, en tintas de color, y en el caso del manuscrito Sloane 3091, se emplearon el oro y la plata.
El manuscrito Sloane 1307 está en italiano; su título es La Clazicola di Salomone. Redotta et epilo gata n~lla nostra materna un gua del dottissrirno Gio Peccatrix. Está llena de magia negra y es una mezcla de la propia Clave y los dos libros mencionados de magia negra. Los pantáculos están mal dibujados. Sin embargo, da parte de la introducción al Add. 10862, y es el único manuscrito que lo hace, salvo el comienzo de otra versión italiana que está unida con el primer manuscrito, y lleva el título Zecorbenei.
El manuscrito Lansdowne 1202 es Las claves verdaderas del rey Salomón, por Armadel. Está bellámente escrito, con sus letras iniciales pintadas, y los pantáculos están cuidadosamente dibujados con tintas de color. Es más conciso en su estilo, pero omite varios capítulos. Al final hay algunos extractos cortos del Grimorium Verum con los sellos de espíritus malignos, que, como no pertenecen a la Clave de Salomón misma, no los he dado, ya que la clasificación evidente de la Clave es en dos libros y no más.
El manuscrito Lansdowne 1203 es Las verdaderas da-. ves de Salomón traducidas del hebreo al latín por el rabí Abognazar (¿Aben Ezra?). Está en francés exquisitamente escrito en letras de molde, y los pantáculos están cuidadosamente dibujados con tintas de color. Aunque contiene material similar al de los otros, el arreglo es completamente diferente; está todo en un libro y no existe la división en capítulos.
La antigüedad de los sellos planetarios está demostrada por el hecho de que entre los talismanes gnósticos del Museo Británico existe un anillo de cobre con los sellos de Venus, que son exactamente los mismos dados por los escritores medievales sobre magia. En lo que se refiere a los Salmos, en todos los casos he dado la numeración inglesa y no la hebrea.
En algunos lugares he sustituido la palabra Azoth por “Alfa y Omega”. Por ejemplo, en la hoja del cuchillo de mango negro, de la figura 62. Quiero hacer notar que la espada mágica puede usarse en muchos casos en lugar del cuchillo.
En conclusión sólo mencionaré, para beneficio de los no hebraístas, que el hebreo se escribe de derecha a izquierda, y por su naturaleza consonántica requiere menos letras que el inglés para decir la misma palabra.
Aprovecho la oportunidad para expresar mis agradecimientos al doctor Wynn Wescott por la valiosa asistencia que me ha dado en la reconstrucción del hebreo de los pantáculos. S. LIDELL MACGREGOR MATHERS Londres, octubre de 1888 DISCURSO PRELIMINAR Del manuscrito Lansdowne 1203, Las verdaderas clavículas de Salomón, traducidas del hebreo a la lengua latina por Rabí Abognazar’
Todos en la actualidad sabemos que desde tiempo inmemorial Salomón poseía un conocimiento inspirado por las sabias enseñanzas de un ángel, quien se le apareció muy sumiso y obediente, que además del presente de sabiduría • que él pidió, obtuvo profusamente todas las otras virtudes; lo cual sucedió para que el conocimiento digno de preservación eterna no se enterrara con su cuerpo. Estando, por así decirlo, cerca de su fin, dejó a su hijo Roboam un testamento que contenía toda (la sabiduría) que había poseído antes de su muerte. Los rabinos, que tuvieron el cuidado de cultivar (el mismo conocimiento) después de él, llamaron a este testamento la Clavícula o Clave de Salomón, la cual hicieron grabar en (pedazos de) corteza de árboles, para que pudiera ser preservada en el templo que aquel sabio rey había mandado construir.
Este testamento fue traducido en tiempos antiguos del hebreo a la lengua latina por Rabí Abognazar, que lo llevó con él a la ciudad de Arles, en Provenza, donde por un golpe de buena fortuna la Clavícula hebrea antigua, es decir, esta preciosa traducción de ella, cayó en manos del Arzobispo de Arles, después de la destrucción de los judíos en esa ciudad, quien del latín la tradujo a la lengua vulgar, en los mismos términos que aquí siguen, sin haber cambiado o añadido nada a la traducción original del hebreo.